viernes, diciembre 25

No necesito un mensaje. Por eso me gusta la música instrumental. Qué raro. Recién ahora me doy cuenta de ello. Siempre pensé -pensé- que funcionaba a la inversa, a la manera opuesta: que yo era tonto por escuchar música instrumental, que soy inculto por no prestarle atención a la letra de una canción, si es que la tiene. Viste, nene. Es precisamente al revés. Escribo por inercia. Pero todo esto está re mal escrito. Me doy cuenta cuando lo releo: es tristísimo, sin onda, sin música. Escucho música mientras. Eso sí es raro porque escribo mientras escucho música medio pensando en cualquier cosa, pero algo sale. Algo que es muy choto. Pero sigue ocupando espacio. Como un ensayo de hasta donde puedo escribir cualquier pelotudez aún escribiendo bien. Qué contradictorio. Ahora lo único que escribo es un mensaje. Porque la música es malísima.