sábado, noviembre 6

La lógica del milagro

Y el milagro llegó...algo débil pero. Ahora no hay bombas. Hay un tufo bárbaro adentro de este auto, con Carlitos al lado; un Carlitos que todavía tengo que inventar. Pero no por eso me da menos inquietud. Pero lo de ahora es el atraco. Bah, la operación, digamos...matar al Rengo.
La mirada oblicua, la luz de la mañana. Estamos estudiando los movimientos de la cuadra a la hora en que pensamos matar al Rengo. Tipo siete de la mañana. Es una cortada llena de basura y olor a mierda y algún que otro tipo durmiendo en un zaguán. El Rengo sale religiosamente a la vereda a la hora señalada. Es fácil. Esperar que salga, y bum.

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