domingo, noviembre 21

¿Lógica?

(Y el límite podría ser entre la literatura y la literatura pura. Apareció una mujer que dice que me "quiere leer más" (se entiende, ¿no? leer más de esta "historia"). Y también escribí que a las mujeres podría empezar a llamarlas "estímulo", en literatura: "El estímulo me llevó a hacer tal o cual cosa", "Recordar aquél estímulo lo hacía perderse en el abismo", etc. El límite está ahí; esto no es literatura pura. Ni yo sé qué es "literatura pura".) Se abre la puerta, entra Carlitos. Está comiendo papas fritas envasadas. Me convida mientras se chupa los dedos brillantes. Este tipo está de vuelta, pienso. ¿Cómo hace para estar tan tranquilo? Se saca la mochila y de adentro sale un gatito, de meses, al que yo conocí cuando lo visité a Carlitos antes de esta operación de mierda que me dejó la cara rota y un miedo de morir, algo así como las bombitas de adrenalina cuando no podía ser yo. Ahora estoy estimulado, eso es evidente. Más o menos frecuente invento a conciencia y creo que voy bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario