jueves, julio 30

"El dinero habla" 14ª parte

Cuando por fin ingresó a la habitación mayor (guiado por el otro hombre) se encontró con algo que hasta hace pocos instantes no se esperaba, pero que desde el momento en que encontró la realidad dio por hecho: una sala amplia, que crecía en la dirección de una gran mesa de madera tallada, sobre un lujoso tapiz; un escritorio, a la derecha de la mesa, con algunos papeles encima ocultando el brillo que despedía su madera lustrada, una vitrina de vidrio donde se alojaban las más finas y variadas copas junto a algunos adornos que se multiplicaban infinitamente gracias al espejo en el fondo y los costados de ésta, y que daba la sensación de ser el acceso a una habitación contigua. Sobre la cabecera de la mesa había un espejo de enormes dimensiones y sobre éste un cuadro que parecía ser de un antiguo integrante de la familia.

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